MÓDULOS: ¿DEROGACIÓN?
LOS TECNICOS DE HACIENDA PIDEN DEROGAR EL RÉGIMEN DE
MÓDULOS EN UNA LEGISLATURA.
Sospechan del hecho, de que casi la mitad declare ser
mileurista y de que 3 millones de empleados cobren más que sus propios jefes
autónomos
Los autónomos declaran a Hacienda unos ingresos entre
8.000 y 12.000 euros por debajo que los de los asalariados y pensionistas,
según los cálculos de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA), que
muestran claras diferencias en función de la comunidad autónoma de residencia
(ver gráfico a pie de página).
Es más, los técnicos sospechan de que pueden existir
otros motivos ocultos por los que casi la mitad de los autónomos, en total más
de 1,5 millones, declara ganar menos de 12.000 euros anuales (ver datos
desglosados en el anexo); es decir, que se encontrarían en el colectivo de los
denominados como mileuristas.
Descontando a los 543.255 autónomos que declaran
pérdidas, poco más de un millón de empresarios no tributarían en nuestro país
con ese bajo nivel de renta pues la tributación en el IRPF es cero. Sin
embargo, la coexistencia de otras rentas no empresariales, como las del capital
o los alquileres por la explotación de un patrimonio inmobiliario acumulado
previamente, hace que 201.308 autónomos con pérdidas medias entre 2.000 y 3.000
euros tributen por esas otras rentas.
Y si estos datos ya resultan de por sí llamativos, lo
que hace saltar las alarmas es el hecho de que casi uno de cada cinco autónomos
con trabajadores a cargo declare de media menos ganancias que por las que
tributan sus propios empleados. En concreto, de las estadísticas se desprende
que 3 millones de empleados cobrarían más que sus propios jefes, como si ser un
trabajador de perfil medio o un pensionista fuese más rentable que ejercer de
empresario o profesional, entre los que se encuentran los arquitectos,
notarios, abogados o médicos en consultas privadas, entre otras profesiones por
cuenta propia y de alta cualificación.
La incongruencia entre la rentabilidad declarada por
el negocio y la contratación del personal se aprecia al comparar los casi
150.000 autónomos con beneficios de casi 22.000 euros y entre 3 y 5 empleados,
frente a los más de 13.000 empresarios con beneficios de casi 46.000 euros y
más de 20 empleados.
Además, al comparar las estadísticas del IRPF
correspondientes a la serie histórica, se observa que el diferencial entre las
rentas declaradas por unos y otros se ha ido ensanchando ininterrumpidamente y
de forma bastante significativa desde 1993, aumentando la brecha en la última
década desde 2008 a 2017 en 1.343 euros respecto de lo que declara el
profesional y empresario en Estimación Directa y 3.979 euros respecto del
empresario en Estimación Objetiva no agropecuaria, con un aumento máximo de la
brecha en la Comunidad de Madrid de 5.328 euros en esta década.
¿Adiós al régimen de módulos?
Pues bien, para ir reduciendo paulatinamente esa
brecha y engrosar la recaudación del Estado, Gestha reclama a la AEAT que, al
igual que en el caso de las empresas, generalice el envío de cartas
informativas a los autónomos que estén por debajo de las ratios de la media de
su sector económico en el territorio y, a continuación, inicie las
investigaciones pertinentes a aquellos que evidencien mayores señales de fraude
y no hayan presentado declaraciones complementarias.
Los técnicos remarcan que, en líneas generales, la
brecha resulta casi 3.000 euros superior en el régimen de módulos (estimación
objetiva), en el que hoy en día tributan menos de 1,3 millones de autónomos. El
resto, que supone más del 60%, ya lo hace en el régimen de estimación directa,
por lo que Gestha se dirigirá a la futura Ministra de Hacienda para que derogue
de forma paulatina el régimen de módulos durante la próxima legislatura.
En este sentido, propondrá al Ministerio de Hacienda
una transición gradual en cuatro fases. En la primera -en 2020- recomendarán
que no se prorroguen los límites excluyentes anteriores a la reforma fiscal de
2014, por lo que quedarían a la mitad de los vigentes; en la segunda -en 2021-,
que excluya de este régimen a quien emita facturas a otros empresarios o
profesionales por más del 25% de sus ingresos (actualmente el 50%); que a
partir de 2022 se excluya a los microempresarios no agrarios; y que,
finalmente, en 2023 se derogue definitivamente el régimen de la Estimación
Objetiva por signos, índices y módulos.
Según el secretario general de Gestha, José
María Mollinedo, “una
buena parte de la explicación a este comportamiento tan dispar entre los ingresos
declarados por asalariados, pensionistas y autónomos reside en los altos
niveles de fraude fiscal, cuyas cifras evidencian que la Agencia Tributaria es
poco eficaz en la lucha contra la evasión y la economía sumergida, porque si no
es eficaz en el control del fraude poco sofisticado de los autónomos, a pesar
de centrar históricamente el control en las rentas del trabajo y las
microempresas, cómo va a reducir la evasión de las grandes fortunas, los grupos
empresariales y las multinacionales”.